Si estás buscando una escapada idílica lejos del ajetreo de la vida cotidiana, Cala Sa Tuna es tu destino perfecto. Ubicada en la base de un pintoresco pueblo tradicionalmente de pescadores, esta hermosa cala es un tesoro de la Costa Brava.

Cala Sa Tuna se distingue por su arena gruesa, rodeada de acantilados y pinares que crean un entorno natural de inigualable belleza. Las aguas cristalinas de la cala invitan a sumergirse en un mundo de tranquilidad y belleza natural, ideal para practicar snorkel o paddle surf.

Se puede llegar a pie, en bus o en coche, sin embargo el aparcamiento es muy limitado. La zona de playa tiene unos 80 metros de longitud por 25 de ancho, se trata de una playa pequeñita y en temporada alta durante julio y agosto puede ser muy concurrida. Sin embargo, está rodeada de grandes áreas de rocas por supuesto mucho menos concurridas.

Un día en Cala Sa Tuna: Sol, Mar y Gastronomía

La cala ofrece varias opciones para disfrutar de un día perfecto junto al mar. Puedes relajarte en la playa, nadar en sus aguas claras o explorar la pequeña caleta de S’Eixugador, accesible a pie o en barco. Además, no hay que perderse la oportunidad de degustar la exquisita comida local en alguno de los restaurantes, donde el pescado fresco es el protagonista.

Para los amantes de las caminatas, el camino de ronda que recorre los acantilados ofrece vistas espectaculares y revela el encanto de las casitas pintorescas del área, brindando una sensación de paz sin igual.

Durante la temporada estival la cala ofrece distintos servicios como duchas en la playa y negocios con alquiler de sombrillas en la playa o kayaks.

Fondear en Cala Sa Tuna

Cala Sa Tuna es un excelente refugio para pasar el día o la noche con tu barco o velero especialmente protegida a vientos y oleaje de componente sur. Se trata de una cala amplia y con suficiente fondo prácticamente para todo tipo de embarcaciones, con zonas de fondeo que llegan a los 25 metros de profundidad. El principal problema es la temporada estival, especialmente sábados y domingos de julio y agosto, pues se trata de una cala muy concurrida y ese gran espacio se convierte en limitado.

Existe la posibilidad de alquilar boyas en cala Sa Tuna, también el uso del embarcadero, para ello es necesario contactar con el CM Sa Tuna, los últimos precios para pernoctar en una boya rondaban los 60€ por noche para embarcaciones de hasta 12 metros de eslora.

El fondo de cala Sa Tuna mezcla arena y roca, en general no presenta dificultades para fondear con el ancla. Durante los meses de primavera, otoño e invierno cuando no hay boyas se convierte en un rincón paradisíaco para fondear.

Con su combinación de belleza natural, tranquilidad y rica oferta gastronómica, Cala Sa Tuna es un destino que no puede faltar en tu itinerario si visitas la Costa Brava. Ya sea para disfrutar de un relajante día de playa, sumergirte en sus aguas o simplemente pasear por sus encantadores alrededores, Cala Sa Tuna promete ser una experiencia inolvidable.